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La historia de la Iglesia es una historia de la interacción de Dios con las personas, por lo que el estudio de la historia de la Iglesia es una tarea principalmente teológica. 

¿Está el conocimiento del bien y del mal escrito en el corazón humano? ¿El conocimiento natural puede contribuir en algo a la doctrina cristiana? Aunque estas preguntas han tenido una conexión histórica al pensarse dentro de la ley natural, la excesiva dependencia que han tenido los teólogos protestantes del siglo XX en la revelación, la influencia del liberalismo teológico y el ética teológica de Karl Barth han eclipsado esta conexión histórica.

Tertuliano lanzó la famosa pregunta: “¿Qué tiene que ver Atenas con Jerusalén?”.