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El verdadero poder en la predicación, el poder que trae verdadero avivamiento y transforma vidas, solo viene de Dios. Es por eso que es tan esencial seguir el patrón de predicación que leemos en la Biblia. El apóstol Pablo nos presenta ese patrón en 1 Corintios 2:1-9.

Aquí tienes un retrato detallado de Calvino, el predicador: las creencias principales que determinaron su estilo de vida, los pasos que dio para preparar la predicación y las técnicas que usó para estudiar la Palabra de Dios, interpretarla y aplicarla a su congregación. En el ministerio del púlpito de este gran reformador, el Dr. Lawson encuentra inspiración y guía para la iglesia de hoy.

Este libro se basa en la Escritura y ofrece pasos prácticos para capacitar misioneros, apoyarlos económicamente, formar alianzas internacionales, enviar equipos en misiones de corta duración y alcanzar a las naciones tanto en nuestros países como en el extranjero.

La obra clásica de Bunyan ilustrada para que los niños puedan entenderla. Edición rústica. Un libro que debería formar parte de toda biblioteca juvenil.

Los pastores también son seres humanos, y en este libro cálido y pastoral, Christopher Ash nos ayuda a ver que si queremos una iglesia llena de gozo, necesitamos cuidar al pastor.

¿Cómo se diferencia de otras iglesias? Aún más importante, ¿cuáles de sus características la hacen diferente de otras iglesias de manera que llega a impactar la sociedad?

Un libro extraordinario: útil, práctico, conciso, innovador, cuya lectura recomendamos a todas aquellas personas involucradas en la enseñanza, sin importar el nivel: desde catedráticos universitarios, pasando por los profesores de enseñanza media, hasta maestros de guardería. Aunque su objetivo primordial son, evidentemente, los maestros de Escuela Dominical y escuelas bíblicas en las iglesias, los principios didácticos que preconiza y recomienda son aplicables a todas las materias.

El futuro de nuestras iglesias no depende de la cantidad de convertidos sino de la madurez espiritual que logra cada convertido. Por eso es necesario que cada iglesia tenga un buen programa de educación cristiana para preparar a sus miembros, dándoles un conocimiento teórico y práctico la Palabra de Dios.